Mientras más enfrentas tu propio dolor,
mientras más profundamente puedes sentir tu propio duelo,
miedo, ira, vergüenza, más feliz y más realizado/a te volverás.
La desesperación es un portal a la Alegría.
El sufrimiento es una señalización de vuelta al Hogar.
Oh sí, lo confieso, ¡Pasé toda una vida buscando a Dios!
Lo busqué hasta estar exhausto.
Agoté mi sistema nervioso tratando de alcanzarla a Ella.
En religiones.
En libros sagrados.
En el ateísmo.
En el New Age.
En gurús espirituales.
En la psicología.
En relaciones.
En el fondo de una copa de vino.
En los cielos.
En el barro.
En mi propia mente.
En conocimiento y en confusión.
En enfermedad y en salud.
En todos los conceptos de "Dios".
Sólo para descubrir que jamás hubo algo que encontrar.
Nada se había perdido jamás:
Sus Brazos Amorosos habían estado envolviéndome todo el tiempo.
Había estado Protegido, siempre.
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