prométeme hoy mismo,
prométeme ahora,
cuando el sol está sobre nuestras cabezas
exactamente en el cénit,
prométeme:
Aún cuando te golpeen
con una montaña de odio y violencia, aún cuando te pisoteen y te aplasten como a un gusano, aún cuando te desmiembren y destripen, recuerda, hermano, recuerda:
el ser humano no es tu enemigo.
Lo único digno de tí es la compasión, invencible, ilimitada, incondicional.
El odio nunca te dejará enfrentar el animal salvaje que hay en el hombre...
Thich Nhat Han
Del libro: Aplacar el miedo
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