Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

15 enero 2019

Soltar, como se suelta un globo

¿Cómo se suelta? Así como se suelta un globo.

Primero tienes que darte cuenta que al final de tu mano estás sujetando un hilo que te amarra a una ilusión, a una idea, porque bien sabemos que nadie nos pertenece y que a nadie se le retiene, mucho menos en contra de su voluntad o cuando ya tomó la decisión de irse.

No estás aferrada a la persona, sino a la idea de esa persona, a lo que crees que esa persona representa en tu vida y si le das demasiado valor a esa presencia, costará más trabajo soltar porque pensarás que tras el globo te irás tú, o peor aún, que sin el globo no tiene sentido quedarse, que lo importante es ese aire contenido que se va y no quien insiste en sostenerlo.

Ese globo está lleno de ideas tuyas, de idealizaciones, de pensamientos y nada más. La persona que crees que se irá ya se fue hace tiempo, y prueba de eso es que aunque se ha ido, tú continúas pensando que sigue aquí.

No lo ves irse, ves marchar a tus ilusiones, tus expectativas, tu idea del futuro, tus planes, tu concepto de seguridad, tus anhelos. Es eso lo que se va, y duele mucho porque si todo eso ayuda a definirte, sentirás como si se desprendiera una parte de ti.

Y ahí está una gran lección: no eres lo que te rodea, no eres tus pensamientos, no eres tus expectativas. Eres quien las piensa, las fabrica y se las cree, y si lo logras ver, te darás cuenta que ahí radica tu libertad y tu poder. Porque eres solo tú quien puede decidir cambiar tu forma de ver las relaciones, las cosas, la vida.

No se va él. Se van tus sueños, tus planes se desmoronan, el final que la vida decidió para ti no coincide con el que escribiste, y si en vez de fluir con lo que ya está sucediendo, con lo inminente e irreversible, te resistes, tendrás un proceso desgastante al querer ir contra corriente y lo podrás hacer hasta que te canses, y veas que el mundo avanza y sigue, y tú no, y te rindas...

Entonces voltearás a ver el globo que seguirá insistiendo en volar mientras tus pies no se despegarán de la tierra, verás que ambos van en direcciones opuestas y que el globo no eres tú ni tampoco una extensión de ti, es una fabricación efímera, un cúmulo de sueños y esperanzas, nada más, nada menos.

Entonces te preguntarás ¿cómo suelto? Y te repetiré: soltando. Para soltar o para aferrarte necesitas tomar una decisión.

Decide soltar: mira tu mano, mira al hilo frágil que sostienes entre los dedos, ve el globo lleno de aire, abre la mano, y suelta.

Va a doler, pero también duele aferrarse a lo que ya no es y no será.
Entre ambos dolores, escoge el que al final del camino te regale libertad, el que te llevará a una ruta espinosa hacia ti, para descubrir que naciste completa, que tus pensamientos son solo eso, que tú tienes el poder de decidir y de cambiarlos.

Te darás cuenta de que eso es hacerte responsable de tu única vida, soltar lo que no te pertenece ni depende de ti, aceptar la realidad y hacerte cargo de todo lo que sientas, al dejar ir algo que crees que es parte de ti, pero nunca fue.


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