En verdad, el tiempo no pasa rápido ni es fugaz. Lo que se va, lo que pasa, es ese conjunto de seres o cosas que están en el espacio.
Uno de mis temas favoritos de meditación es contemplar la fugacidad de todas las cosas con las que vivimos, empezando por nuestros propios cuerpos y posesiones más íntimas, como los pensamientos, los sentimientos, las emociones.
Cada día, y no sólo el día de Fin de Año, deberíamos meditar en esa verdad tan clara pero que a algunas personas les hace sufrir porque quisieran detener el fluir de la vida en esos momentos y experiencias gratas. Aquello de la canción ("Reloj, no marques las horas... Reloj, detén tu camino") es un imposible.
La sabiduría consiste en saber fluir con la vida y saber que lo espacio-temporal es fugaz y que todo termina porque todo lo que empieza termina. Solamente lo que ES y siempre fue y nunca nació es lo que no se va. No tiene tiempo. Eso que somos cada uno en lo más íntimo de nosotros, ESO no es afectado por eso que llamamos tiempo o años de vida.
El tiempo como el espacio es eso donde se deslizan todas las cosas fugaces y transitorias, todo lo visible y perceptible, como nuestros propios cuerpos con todas sus posesiones.
Dario Lostado
(Despertar a la conciencia día a día)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario