"Es apropiado que únicamente aquellos que hayan sufrido puedan entenderme... porque el dolor purifica, el sufrimiento genera entendimiento. El sufrimiento da una cierta cristalización. A menos que sufras, no sabrás qué es la vida. A menos que sufras, no sabrás qué tan difícil es dejar la vida atrás.
Estaba leyendo la vida de Issa, un gran poeta japonés. Él sufrió; debe haber sido un hombre sumamente sensible: fue un gran poeta y uno de los más grandes exponentes del haiku.
Ya había perdido cinco hijos cuando tenía apenas treinta años; casi cada año se le moría un hijo. Entonces, su esposa murió y él se enloqueció casi por completo de la angustia, del sufrimiento.
Visitó a un maestro Zen, y este le preguntó: "¿Cuál es el problema?".
"Se me han muerto cinco hijos y ahora ha fallecido mi esposa ¿Por qué hay tanto sufrimiento? No entiendo el motivo para ello. ¿Cuál es la explicación? No le he hecho nada malo a nadie, he vivido en la mayor inocencia posible. De hecho he vivido en una gran soledad. No me relaciono mucho con la gente: soy poeta, vivo en mi propio mundo...He llevado una vida muy pobre, pero era feliz. Y ahora, cinco de mis hijos mueren y mi esposa también. ¿Por qué hay tanto sufrimiento sin ningún motivo aparente? Debe haber alguna explicación", dijo Issa.
El maestro señaló: "La vida es tan solo una gota de rocío en la aurora. Está en la naturaleza de la vida y la muerte ocurre. No hay ninguna explicación; es la naturaleza de la vida. No es necesario dar ninguna razón especial. La naturaleza de la vida es como una gota de rocío: permanece un momento en la hoja de hierba, pero desaparece a la menor brisa; el sol sale y se evapora. Esa es la naturaleza de la vida. Recuerda esto".
Issa era un hombre de una gran inteligencia y entendió. Regresó y escribió un haiku: La vida, ¿una gota de rocío? Sí, entiendo. La vida es una gota de rocío. Pero...pero...
En ese "Pero....pero", Issa está diciendo algo supremamente humano. La vida, ¿una gota de rocío? Sí, entiendo. La vida es una gota de rocío. Pero... Su esposa ha fallecido, sus hijos han muerto, y sus ojos están llenos de lágrimas: Pero...pero...
Sí, la vida es una gota de rocío, pero..., ese "pero" es maravilloso. Solamente aquellos que han sufrido pueden entender que la vida es una gota de rocío. Entonces, permanece el "Pero...pero..." Aún si entiendes, el entendimiento es difícil.
¿Y qué decir de aquellos que no han sufrido? Llevan una vida superficial. La felicidad siempre es superficial, no hay ninguna profundidad en ella. Sólo la tristeza tiene profundidad. La vida es superficial, únicamente la muerte tiene profundidad. La vida es muy cotidiana: comer, ganar dinero, amar; es muy corriente. El sufrimiento tiene una profundidad; te despierta, te sacude de tu sueño.
Sí, sólo aquellos que han sufrido entenderán lo que estoy diciendo: Pero...pero..., es probable que incluso ellos no entiendan. Sin embargo, esto es así; así es la vida. Si uno se desanima por esto y no piensa en llamar ni en decir nada..."
Osho
EDITH fabulosa esta entrada llena de recomendaciones Feliz Navidad.
ResponderBorrarSaludos desde
Abstracción textos y Reflexión.