Cuando
somos niños, la época de fin de año es casi mágica. Hay fiestas en las que
vemos a nuestros amigos y primos, se pueden comer más dulces y galletas,
nuestros papás, abuelos y tíos nos dan regalos y, lo que es más, ¡con sólo
escribir una carta es posible que se cumplan nuestros deseos de tener el
juguete que hemos soñado!
Entre
algunos adultos sigue viva la magia de estas fechas, pero para otros se vuelve
una temporada pesada por la multitud de compromisos y cumplimientos a los que en
ocasiones no se les encuentra sentido.
Se ha
perdido el sentido de las fiestas
Muchas de
las celebraciones de esta temporada tienen su origen en la Navidad y el fin de
año. La segunda quincena de diciembre hay comidas, cenas y posadas para
reunirse con amigos y festejar antes de que termine el año. El sentido de las
fiestas comienza a diluirse con la presión social por consumir productos
navideños en agosto o septiembre, cuando empiezan a aparecer en las tiendas,
completamente fuera de temporada, pero si uno espera dos meses es posible que
ya no haya existencias. Otro tipo de presión es la necesidad de invitar o
convivir con personas que quizá no hemos visto en un largo tiempo, por lo que
la falta de contacto los ha vuelto unos desconocidos para nosotros. Además,
existe también la presión por comprar regalos adecuados para los miembros de
nuestra familia y, quizá, otras personas de nuestro círculo. Ah, y claro,
también la presión de ofrecer la cena perfecta, de acuerdo a la tradición de
cada familia.
Tres
maneras de recuperar el sentido de las fiestas
1. La
conexión
Al
preguntarse acerca del propósito y sentido de vida, Baumeister y Vohs afirman
que “la esencia del significado es la conexión”. Por otra parte, al estudiar el
tema de metas y sentido, el investigador Robert Emmons encontró que metas que
tienen que ver con las relaciones interpersonales están estrechamente asociadas
al bienestar subjetivo. Para recuperar el sentido de estas fiestas,
aprovéchalas como una oportunidad para establecer nuevas relaciones, o
recuperar y mejorar las que ya tienes. Más que preocuparte por comprar muchos
regalos, elige obsequiar a cada persona tu atención y escucha. Redescubre a los
familiares que hace tiempo no ves, interésate por sus logros y aspiraciones, y
comparte también los tuyos. Al salir de cada fiesta o reunión, trata de hacer
memoria de las fortalezas y cualidades que has descubierto en cada persona, lo
cual te ayudará a generar emociones positivas.
2. La
espiritualidad
En estas
fechas, trata de asignar un tiempo especial a la práctica de la espiritualidad,
de acuerdo con tu tradición religiosa. Recuerda de qué manera lo hacían cuando
eras niño, si oraban en familia, organizaban una posada, ponían un nacimiento o
iban a la iglesia a dar gracias. Muchas de las tradiciones de estas
fechas están ligadas a nuestra identidad familiar y regional. Reflexiona de qué
manera te gustaría recuperar el sentido trascendente de estas fiestas y ponlo
en práctica.
3. La
generosidad
Otra
manera de encontrar sentido a una actividad es que sirva para beneficiar de
algún modo a las generaciones futuras. ¿Puedes recordar la alegría que sentías
cuando eras niño en estas fechas? ¿Hubo adultos que contribuían de alguna
manera para que estas celebraciones fueran memorables? ¿Qué te gustaría a ti
hacer para compartir alegría o alguna otra emoción positiva, como interés,
serenidad, asombro o diversión con los niños de tu familia? Por ejemplo, en la
familia de mi papá cada tío organizaba una posada, y como niños nos encantaba
tener piñatas y aguinaldos todos los días; en la familia de mi esposo, una tía
hace unas galletas de chocolate deliciosas, que son las favoritas de todos los
niños y las esperan todo el año; en la familia de unos amigos, un tío se
disfraza de Santa Claus para que los niños puedan recibir los regalos
directamente de este personaje especial… en fin, son pequeños gestos de bondad
que como adultos podemos hacer para comunicar gozo y esperanza a la siguiente
generación. Algunos investigadores, como Hicks y King, han encontrado que la
relación entre el significado y las emociones positivas es bidireccional.
Si te
enfocas en mejorar tus relaciones, recuperar tu práctica espiritual y dejar un
pequeño legado a la siguiente generación, estoy segura de que disfrutarás más
de esta temporada de fin de año y podrás resistir mejor las presiones del
consumismo y la comparación social.
Lopez, Shane J.; Snyder, C.R. The Oxford Handbook of Positive
Psychology. 2nd Edition. Oxford University Press. NY, 2009. P. 681
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