Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

29 febrero 2016

El más grande es el amor

Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena.
Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada.
Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada.

El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas.
No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa.  
El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.
 
La profecía, el hablar en idiomas desconocidos, y el conocimiento especial se volverán inútiles. ¡Pero el amor durará para siempre!
Ahora nuestro conocimiento es parcial e incompleto, ¡y aun el don de profecía revela solo una parte de todo el panorama!
Sin embargo, cuando llegue el tiempo de la perfección, esas cosas parciales se volverán inútiles.

Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero cuando crecí, dejé atrás las cosas de niño.
Ahora vemos todo de manera imperfecta, como reflejos desconcertantes, pero luego veremos todo con perfecta claridad. Todo lo que ahora conozco es parcial e incompleto, pero luego conoceré todo por completo, tal como Dios ya me conoce a mí completamente.

Tres cosas durarán para siempre: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de las tres es el amor.


1 Corintios 13 (NTV)




27 febrero 2016

10 Chaquetas mentales que nos hacemos para no viajar

Para NO viajar hay millones pretextos que nos hacemos, pero la verdad es que la mayoría de las veces son sólo eso, pretextos.

1.- No tengo dinero
Decir no tengo dinero es como un mantra, entre más veces lo repitas más se hará realidad. Hubo una vez un ciudadano desesperado por no tener dinero, se sentó un parque, grito, lloró, se quejó, aventaba maldiciones, se volvía a quejar, gritaba y se quejaba de nuevo, sudaba, al final de tan desgastante ritual su cartera seguía tan vacía como al inicio. Quejarse no sirve de nada.

La única manera de tener dinero es trabajando y ahorrando. No importa cuanto ganes siempre puedes ahorrar y no importa cuanto ahorres siempre se puede viajar con eso.

Cuando estaba en la prepa un compañero de clase llegó a Vallarta con 17 pesos y dos latas de atún, pidiendo aventón. Y aquí mismo les he contado la historia de Joe Knolle que viajó a Europa en barco carguero y gastando un cantidad ridículamente baja..

Por supuesto que se necesita dinero para viajar pero no necesitas gastar una fortuna en tu viaje. Hay para todos los bolsillos.

2.- No tengo tiempo
Si no tienes tiempo para viajar en mi opinión no tienes tiempo para vivir. El tiempo es aún más valioso que el dinero. El tiempo no se puede guardar, ahorrar ni postergar, pero sí se puede invertir. Es ahora o nunca. Ni el hombre más millonario puede comprar tiempo. Si no tienes tiempo para ti de qué sirve tenerlo.

Vivimos en una sociedad que cualquier acto de autoestima lo llamamos egoísmo y al placer de la vida lo llama banalidad. Hay que hacerse el tiempo, querer es poder. ¿Para qué trabajamos sino es para disfrutar la vida?.

El único caso que creo puede atarnos a no tener tiempo para viajar es cuando se tiene un familiar enfermo y hay que cuidarlo. Aunque aún en esas circunstancias estoy pensando en argumentos para darse una escapada.

3.- No tengo quien me acompañe
Si no tienes quien te acompañe pues viaja solo. Y si te da miedo viajar solo estás perdiéndote la oportunidad de descubrirte a ti mismo durante el viaje.

Ya en  este video expuse mis razones para viajar sólo aunque sea una vez en la vida.

4.- Es peligroso
Por supuesto que viajar es peligroso! Te puede abrir la mente!.

El sentido común es el aliado del viajero. El mundo es un lugar peligroso, te puede caer un coco sentado en una palmera o te pueden asaltar afuera de tu casa.

Hace unas semanas conocí a una mujer de 85 años en San Blass, Nayarit que a su edad sigue tejiendo las ramadas de su restaurante. Le pregunté si no era peligroso para su edad estar haciendo eso y ella me contestó. “Hasta sentado se muere uno”.
Me quedo con eso.

5.- Tengo miedo a los aviones
Los aviones, los tiburones, los terremotos. Todos esos peligros tan poco probables que nos han hecho temblar gracias a las noticias y las películas de Hollywood.

La realidad es otra. La probabilidad de que nuestro avión se caiga es realmente muy baja y los sistemas de navegación mejoran año con año. Las estadísticas muestras que década tras década los accidentes de avión se reducen.

Según el sitio zonafranca.mx las probabilidades de morir en un accidente aéreo son 1 entre 10,048 mientras que las de morir en un accidente de coche son 1 entre 84.

Sí, ultimamente ha habido algunos accidentes, pero hay 8 millones de vuelos al año!!!.

6.- No hablo inglés
Aquí hay de dos. Aprende o viaja por puros países de habla hispana (que son muchos).

El inglés es el idioma del viajero, y si quieres visitar lugares exóticos lo recomendable es que lo hables lo mejor posible.

Si de plano no se te da el idioma pues viaja por todos los países que hablen español, hay mucho que ver!.

7.- No me darán la visa
Pues si ya tienes esa mentalidad, creo que entonces tienes razón.

Hace tiempo escribí un artículo sobre los mitos de las visas. A los mexicanos la que más nos preocupa es la visa estadounidense, pero Estados Unidos no es el único país del mundo al que podemos viajar. Hay muchos más!!! Y dependiendo tu nacionalidad necesitarás o no visa. Abre tus horizontes.

8.- Mejor compro algo material
Existe la creencia de que gastar tu dinero en cosas materiales o tangibles es la manera perfecta de invertir el dinero. Un coche, ropa nueva, una tele, un celular. Pero según un estudio publicado por el Huff Post revela que el dinero gastado en viajes genera más felicidad que el gastado en bienes materiales.

9.- Es poco/ es mucho tiempo
Le tenemos miedo a ambas, a los viajes muy cortos porque creemos que gastar en un boleto de avión para 3 días es un exceso y en el otro extremo ausentarnos de nuestro trabajo o vida normal por un mes para muchos es impensable.

La verdad es que viajar tres días o tres meses, es una decisión propia pero esas vacaciones ayudarán al descenso del stress. Así que no importa si es mucho o poco VIAJA!!

10.- ¿Y si me sale trabajo?
Esta es una “chaqueta mental” muy común de los “free-lancers”. Y es que al trabajar por proyecto es difícil hacer planes a largo plazo. Pero en realidad aquí hay una ventaja. De cierta forma tu eres tu jefe, así que planea tu viaje, compra un seguro de cancelación, si te sale el proyecto de tu vida cancela el viaje y si te sale un trabajito que no te emociona no lo hagas y lánzate a la aventura.


Siempre hay pretextos para no viajar y la vida no se detiene. Si llegamos a viejos nos arrepentiremos de todas esas aventuras que pudimos hacer y no hicimos.

¡VIAJA AHORA!

Alan Estrada


26 febrero 2016

Un argumento para ser amables

A veces nos involucramos tanto en los grandes asuntos de la vida que no tenemos tiempo para los pequeños actos de amabilidad que dan tanto gozo a la gente.  El filósofo norteamericano William James escribió: "Ya he terminado con las grandes cosas y con los grandes planes, las grandes instituciones y el gran éxito.  Estoy interesado en las fuerzas humanas pequeñas, invisibles y amorosas que obran de persona a persona y que se introducen por las hendiduras del mundo igual que tantas raicillas... las cuales, si se les da tiempo, (rompen) los monumentos más duros del orgullo..."

No se necesita mucho esfuerzo para poner en práctica el amor con las personas que están obsesionadas consigo mismas, endurecidas por el orgullo y pidiendo a gritos amor, respeto y ayuda.  Una palabra amable y un pequeño acto de compasión, como una taza de café o proporcionar una conversación amable, es todo lo que se necesita.  Tú puedes hacerlo, y el impacto puede ser impresionante.

Pero no son solamente "ellos".  Nuestros amigos más cercanos, y nuestros más queridos hermanos necesitan una atención amorosa también.

La madre Teresa dijo: "Las palabras amables pueden ser cortas y fáciles de pronunciar, pero sus ecos no tienen fin".  Pablo lo expresó así: "... sed bondadosos unos con otros, misericordiosos..." (Efesios 4:32).

Mira a tu alrededor.  Mira a tu compañero de estudios, a tu mejor amigo, a tu compañero de trabajo.  Identifica una necesidad.  Luego disponte a satisfacerla.  Tomate el tiempo, hazlo.  Cuando lo hagas mostrarás el amor a alguien que podría necesitarlo más de lo que te puedes imaginar.

25 febrero 2016

El valor de tu lucha

Un día, apareció una apertura en un capullo.
Un hombre se sentó a observar la mariposa naciente que trataba durante horas de estallar su refugio
Y forzar el pequeño agujero a aumentarse.
Después de un tiempo le pareció al hombre que el insecto no progresaba.
Ya que a pesar de haber avanzado un poco la mariposa no parecía moverse.

Entonces el hombre tomó un par de tijeras y recortó delicadamente el capullo para ayudar a la mariposa a salir.

Así la mariposa surgió fácilmente.  Pero tenía un cuerpo débil y sus alas arrugadas estaban atrofiadas.  "no es grave, va a desarrollarse" se digo el hombre.
Y siguió observando la mariposa a la espera de que desplegara sus alas para volar.
Pero eso nunca llegó.

 La mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose sobre su pequeño cuerpo, incapaz de utilizar sus alas desmadejadas.

Lo que el hombre, en su bondad precipitada, no había comprendido,
Es que el capullo demasiado apretado es un truco de la Naturaleza para forzar la mariposa a taladrarlo
y a implicar sus alas.

Como una condición para así, poder llegar a volar.

A veces, de nuestras angustias, de nuestros fracasos,  de nuestros golpes duros precisamente, se tiene necesidad.
Si la naturaleza permitiera que se avanzara en la vida sin nunca encontrar ningún obstáculo, eso nos debilitaría, seríamos similares a esta mariposa nacida demasiado de prisa y a la que la facilidad,
le cortó las alas.

La verdadera libertad se conquista.
¡No se vuela de verdad sin que cueste un poco!

24 febrero 2016

Se Real

El día de hoy.
Pierde algunos amigos.
Ofende a algunas personas.

Di 'no', si tienes que decir que no.
Di 'sí' si quieres decir que sí.

Las Niñas y los niños buenos
nunca logran ganarse el amor de mamá, de todos modos.
Sólo se convierten en mendigos.

Deja de intentar hacer las cosas bien.
Mejor sé real.
No tienes que ganarte el amor.
Sólo vivirlo.

Llora. Gime. Ríe como cuando eras joven y no te importaba lo que la gente pensaba de ti.
Expresa tu verdad, sin disculparte.
Deja que tu corazón se rompa.
Deja que tus certezas se desmoronen.
Sé un desastre manifiesto en el terreno del amor.
La vida es demasiado corta como para tratar de mantenerla en la normalidad.

Has deseado venirte abajo.
Perderás la "seguridad",
pero te sentirás sumamente vivo.


Jeff Foster


22 febrero 2016

El arte de envejecer



Un hombre de 92 años, de estatura baja, muy bien vestido, quien cuidaba mucho su apariencia, se está mudando a una casa de ancianos. Su esposa de 70 años recién había fallecido y él se vio obligado a dejar su hogar. Después de esperar varias horas en la recepción del hogar de ancianos, gentilmente sonríe cuando le dicen que su cuarto está listo. 

Conforme camina lentamente al elevador, usando su bastón, uno de los cuidadores le describe su cuarto, incluyendo la hoja de papel que sirve como cortina en la ventana.
«Me gusta mucho», dice el anciano, con el entusiasmo de un niño de 8 años que ha recibido una nueva mascota.
- «Señor, usted aún no ha visto su cuarto, espere un momento,  ya casi llegamos», le adelanta el cuidador.
«Eso no tiene nada que ver», contesta. «La felicidad yo la elijo por adelantado.  Si me gusta o no el cuarto no depende del mobiliario o la decoración, sino de cómo yo decido verlo».
- «Ya está decidido en mi mente que me gusta mi cuarto. Es una decisión que tomo cada mañana cuando me levanto", agrega el anciano  y continua "Yo puedo escoger: Puedo pasar mi día  en cama enumerando todas las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan bien, o puedo levantarme y dar gracias al cielo por aquellas partes que todavía trabajan bien." 


Envejecer para la mayoría es un camino lleno de desafíos que parecen insuperables, en que lo único seguro es la muerte.  Los que hemos empezado a transitarlo, observamos a nuestros padres, mentores y amigos mayores para ganar perspectiva sobre el arte de envejecer.

Algunos lo hacen con gracia y esto se refleja en su salud y lucidez aun cuando superan los ochenta y noventa años. Otros en cambio, se amargan profundamente y aumentan exponencialmente las disfunciones que traían desde jóvenes.  Verán, mi observación más importante es que uno cambia físicamente, pero nuestras emociones y pensamientos se estacan o retroceden, a menos que hagamos algo radical al respecto. Y esto es mejor comenzarlo antes de envejecer.

Como todo en la vida la inevitable vejez, como la entropía en todo sistema, requiere de planeamiento. La felicidad, por ejemplo, no puede medirse en términos de posesiones materiales o seguridad en el retiro.  Esas son añadiduras, frutos a menudo de una vida ordenada o no.

La felicidad, no obstante, depende más de mi perspectiva y las decisiones diarias que tomo con base en ella.  Si realmente he madurado emocional y espiritualmente antes de los cincuenta años, la segunda etapa será tan plena como la primera porque me he preparado y mi perspectiva guardada por mis valores y espiritualidad me llevara a vivir fructíferamente los siguientes años.

La vejez es como una cuenta bancaria: Tú retiras al final lo que has depositado durante toda tu vida. En la historia, casi todas las culturas honran a sus ancianos como fuente de perspectiva y sabiduría.  Son por excelencia los mentores de las nuevas generaciones. En nuestro mundo intelectual, por primera vez en la historia, encerramos a los ancianos en asilos u hogares, y nos desentendemos de honrarlos y amarlos.

Parte de la culpa la llevan los propios ancianos que no cultivaron el amor y el respeto por sus propios progenitores durante su vida. Sus hijos nada más repiten su mal ejemplo. El hecho de que la mayoría de los hogares hoy en día sean formados por divorciados, o jefes de hogar de uno u otro sexo sin pareja, hace más difícil restaurar el lugar de honor del anciano en nuestra cultura.

Sin embargo, es posible vivir radicalmente diferente y dejar a nuestros hijos y conocidos un legado saludable, un ejemplo a seguir.  Pero eso no depende de ellos, sino de cada uno de nosotros y las decisiones que tomamos a la luz de la perspectiva espiritual que adoptamos.  Una persona sin creencias ni valores firmes, que viva con integridad no tiene nada que dar.  Así que mi consejo para usted, y para mí, es que depositemos toda la felicidad que decidamos tener en nuestra cuenta bancaria emocional, intelectual y espiritual.

Sin importar la edad que tengas, este es el momento de hacer un alto y empezar a planear la segunda mitad de tu vida. Recuerda que la vida es temporal, y que todo lo que te afana hoy dejara de importar más pronto que tarde. Entonces, conocer el propósito de tu vida, con integridad dejar un legado positivo a tus seres amados y cercanos y a quienes te rodean se convierten en un insumo medular para decidir ser feliz sin importar las canas.

Adelante, Dios bendice con sabiduría a quienes le conocen y le permiten dar plenitud a cada momento de su existencia.


19 febrero 2016

5 años

Wow, hasta yo estoy muy sorprendida, pero nuevamente celebramos, y celebramos 5 años.
Gracias a Dios por este espacio en el que puedo compartir tantos hermosos textos, reflexiones, anécdotas, vídeos, que me ayudan, me llegan al corazón, y que sé son de beneficio, entretenimiento y reflexión para los que aquí llegan.  Estoy convencida que todas las cosas llegan en el momento justo y necesario, sé que lo que comparto también llega al que lo lee en el momento justo, y gracias porque la herramienta del internet nos sirve para plasmarlo y llegar lejos en tiempo y espacio.  Sé que todo es con un bello propósito siempre.
Gracias a todos los que llegan, leen y comentan, gracias Guillem por darme el empujoncito de inicio hace 5 años, sólo puedo decir gracias por ser, estar, leer y compartir a todos y todas.

Los abrazo con mi corazón agradecido por tanto.



18 febrero 2016

¿Dónde radica la felicidad?

¿Dónde encuentras el contentamiento realmente?  Si tu felicidad se halla anclada en la experiencia de Dios, entonces dura para siempre.  Nunca llegarás al final de ella.  Sin embargo, si tu felicidad está basada en lo fáciles que son las cosas en tu vida, en lo bien que te está yendo, en cuán maravillosamente la gente te está alabando, en cuán a menudo obtienes lo que deseas, en lo acogedor que es el rinconcito donde estás, entonces debes entender que esa felicidad no perdura.  Es ilusoria por naturaleza.  Esa clase de felicidad es algo que buscas fuera de ti mismo.  Y dado que las cosas siempre cambian, tal vez esa felicidad no esté completamente a tu alcance en el momento en que más la necesites.

Piensa en ello.  ¿Hay alguna garantía de que tal felicidad se halle exenta de deseos ocultos?  ¿Se puede sostener por sí misma?  ¿Puedes ser feliz simplemente porque sí? ¿O necesitas el apoyo de ciertas circunstancias?  Por ejemplo, si tu felicidad proviene de comer cierto tipo de alimento, cuando esa comida no esté a la mano. tampoco estará la felicidad a tu disposición.  Si tu felicidad proviene de trabajar en un determinado proyecto, cuando termines el proyecto, también terminará tu felicidad.  Si tu felicidad se origina en el éxito de cierta empresa y no lo logras, te vas a sentir mal.  Si tu felicidad viene de complacer a algunas personas y luego no te es posible complacerlas, por la causa que sea, quedarás frustrado y ansioso.  ¿Dónde está tu felicidad?

Los sabios y santos definen esa clase de felicidad como placer, el placer de los sentidos.  Los sentidos son felices pero no tu corazón.  Esa felicidad no es profunda y, por lo tanto no es muy estable.   No es verdadero contentamiento, ¿lo has notado?  Muchas veces le das amor a alguien.  Tu sabes que le estás dando amor pero no puede sentirlo.  De hecho, se queja de que nunca le das amor.  ¿Por qué no lo puede sentir?  Porque su corazón no es feliz.

¿Cómo te diriges hacia la luz de la felicidad?  Lo primero es aceptar la posibilidad -sólo la posibilidad- de qué Dios vive dentro de ti.  No tienes que creerlo; sólo empieza con la posibilidad.  Tan pronto como lo hagas, sentirás una dulce fuerza moverse en tu cuerpo.  Esa experiencia es una vislumbre de la gran luz que existe dentro de ti.

Gurumayi Chidvilasananda


16 febrero 2016

Los cuatro rabinos

Una noche cuatro rabinos recibieron la visita de un ángel que los despertó y los transportó a la Séptima Bóveda del Séptimo Cielo. Allí contemplaron la Sagrada Rueda de Ezequiel.

En determinado momento de su descenso del Pardes, el Paraíso, a la tierra, uno de los rabinos, tras haber contemplado semejante esplendor, perdió el juicio y vagó echando espumarajos por la boca hasta el fin de sus días. El segundo rabino era extremadamente cínico: "He visto en sueños la Rueda de Ezequiel, eso es todo. No ha ocurrido nada en realidad." El tercer rabino no paraba de hablar de
lo que había visto, pues estaba totalmente obsesionado. Hablaba por los codos, describiendo cómo estaba construido todo aquello y lo que significaba... hasta que, al final, se extravió y traicionó su fe. El cuarto rabino, que era un poeta, tomó un papel y una caña, se sentó junto a la ventana y se puso a escribir una canción tras otra sobre la paloma de la tarde, su hija en la cuna y todas las estrellas
del cielo. Y de esta manera vivió su vida mejor que antes.

El cuento nos dice que la mejor manera de experimentar el inconciente profundo consiste en no dejarse arrastrar por una fascinación ni demasiado exagerada ni demasiado escasa, en la que no nos quedemos excesivamente embobados, pero tampoco seamos demasiado cínicos; valientes sí, pero no temerarios.

15 febrero 2016

Yo no te quiero a dieta...

Te quiero tranquila, deseo que dejes de cargar el mundo sobre tus hombros y que dejes de premiarte como un perro, con comida...

Deseo que dejes de poner a todo mundo encima tuyo, así sean tus padres, tus hijos, tus amigos o tus jefes...

Que dejes de comerte lo que sobra para que no vaya a la basura, poniendo a tu cuerpo como un contenedor de desperdicios...

Deseo que cuando tengas prisa y te ofrezcan agrandar tu combo por 10 pesos, les digas ¡NO!

Necesito que entiendas que no podrás cambiar el mundo, ayudar a todos los que te necesitan y estar para los que te aman si no empiezas a cuidarte...

Necesito que te AMES como amas a todos los demás, que te vuelvas tu principal prioridad y que no te trates como opción.

Que dejes de posponer el salón de belleza, de ofrecerte a tomar la foto para no salir en ella, y huir de ese instrumento de tortura llamado báscula...

Necesito que dejes de pensar en "comer por compromiso" o "porque te lo regalaron..."

Yo te quiero tanto chulada, que podría sentarme a oírte en un parque, en una banca, y ni el café me haría falta...

Yo no te quiero a dieta, ni delgada, ni loca de fitness. Te quiero sana, te quiero guapa, te quiero así divina pero con las ganas de hacer las paces contigo misma, con esa mujer que ya se dejó el cabello desatendido y no recuerda cuándo fue la última vez que estrenó algo...

Porque pararte frente al espejo a ponerte linda no te hace menos mamá, menos tía, menos abuela, menos mujer, menos esposa o profesional...

Porque mientes al decir que nadie te mira, ¡Te miras tú!

Tú, tu primer, verdadero y leal amor,
Tú, tu juez más dura,
Tú, tu gran saboteadora,
Tú, quien no se perdona,
Tú la persona más importante en tu vida...

Yo quiero que este día dediques un momento a hacer algo para TI, una buena lectura, un proyecto, algo que hayas postergado por creer que no lo mereces o no tienes tiempo. Te invito a dejar de llenar con comida el silencio, a sacar lo dulce y confrontar lo amargo, a observar tu interior, a perdonarte, y vas a ver, te lo prometo, que la palabra perdón cuando viene de una para consigo misma te saca 2 kilos al menos...

Stephany Capetillo

12 febrero 2016

Ser mamá de tres...

Me han hecho más de una vez la pregunta: y ¿cómo le haces? Y siempre pienso antes en mi mente que en mi respuesta no quiero denotar arrogancia como si fuera súper poderosa y las puedo con todo pero tampoco el sentimiento de culpa como si fuera una víctima y protagonista de una comedia extraña por que no es así.

Si me hubieran preguntado de soltera como le haría al tener un hijo hubiera respondido no lo sé 😁, sin embargo me convertí hace cuatro años en mami de un precioso bebé, Calito, el cual me enseñó a ser madre y lo sigue haciendo.

Pensaba, pobres la que tienen dos ni idea de como le hacen y así 1.7 años después llega Santi y me convertí en mami por segunda vez y fue aprender no de cero pero si aprender a compartir tu tiempo y espacio con esos dos pequeños seres que te demandaban todo, aprender a quitarme el miedo de que el amor no se dividía sino que se multiplicaba cada vez.

En ese momento pensaba pobres las que tienen tres, al menos yo tengo dos brazos uno para cada uno.
Y justo cuando creía ya todo estaba bajo "control" ( en mi mente pues con dos bebés nada está controlado jjajaja) viene 1.2 años después mi pequeña Pía, y ahora si he aprendido a dejar soltar, a ver que en la vida tu haces tus prioridades y que hay días que puedes llorar y otros que puedes reír muchísimo, que hay momentos que quieres escapar y ser la hija pequeña otra vez jajaja, pero al final del día es solo eso un día pesado, no una vida.

Y es por eso cuando me preguntan como le haces prefiero responder: un día a la vez , por que lo que hoy tengo controlado puede que mañana estemos todos en pánico y literal todos llorando , aunque a veces trato de portarme a la altura de un adulto 😆
Y pedirle a Dios toneladas de sabiduría y paciencia.

Aparte y lo mas importante para mi, que gracias a Dios a mi lado tengo a un padre amoroso que siempre ve por los suyos, así que aunque no estamos al lado de nuestra familia, no estamos solos
Recordar el día y saber que como no soy perfecta hay momentos que debo mirar atrás y disculparme conmigo misma y con quienes llevan menos tiempo en este mundo que yo (mis hijos) y con quien comparto la vida (mi esposo)

Que en algún momento mi bebé mayor creció y se volvió un niño con curiosidad que a veces le hace cometer travesuras junto a su hermano y sacarme de mis casillas y cuando creo que he perdido la paciencia trato de recordar aquel momento donde les vi por primera vez, donde en mi corazón y a Dios les prometí que en mi presencia y al lado de Caleb le daría un mundo más cálido y amoroso del que hay allá afuera.

Y así la vamos llevando, seas mami de uno, dos, tres o más chiquitos no es fácil para nada, pero lo vamos haciendo y eso es un logro

Que para nada somos perfectos ni en lo más mínimo pero que actuamos en amor y eso es lo mas valioso.

Un abrazo
Y si escribo esto es por que se que no soy la única que a veces se agobia del cansancio o que a veces se siente la que pudo con todo, tenga uno, dos tres o más hijos
Me encanta escuchar y ver a otras personas que están como yo y saber que al final del día todo estará bien

Jessica Vargas Islas


PD... Jessy es una amiga muy bella y querida a quien admiro por su entrega como mamá, su paciencia y su hermosa creatividad. -Edith

09 febrero 2016

Silencio profundo y sentido de la vida

Cierta vez, un joven estudiante fue a ver al gran sabio, el padre Felipe Neri.  Con gran orgullo le dijo al anciano que iba a estudiar leyes.  "Estoy muy contento -aseguró.  Tengo buena inteligencia y voy a estudiar mucho para convertirme en un abogado excelente".
-¿Y luego  qué? - preguntó el padre Felipe, tranquilamente.
-Ganaré todos mis casos y obtendré gran renombre.
-¿Y luego qué?
-Luego seré rico.  Me construiré una hermosa casa.
El padre asintió y preguntó una vez más:
-¿Y luego qué?
-Me imagino que me casaré y viviré hasta mi vejez con la mujer que ame.
-¿Y luego qué?
El estudiante se detuvo.  Después de pensarlo un poco dijo:
-Luego, como todos los demás, un día moriré.
-¿Y luego qué? - insistió el sabio.
El joven se inquietó.

¿Has tenido algo a vez una experiencia como ésta?  Cuando alguien dice algo que te lleva muy cerca del corazón y descubres alguna cosa sobre la cual, en realidad, no hubieras querido pensar -aunque sabes que deberías-, empiezas a sentirte incómodo y agitado.  Tal vez hasta te molestes con la  otra persona par hablar de un tema tan incómodo que preferirías no discutir.

Así que el joven se inquietó por la pregunta, pero repuso con gravedad:
-Entonces, esperaré el juicio que me esté deparado.

En ese momento el sabio no dijo nada y la habitación quedó en silencio.  En aquella quietud, el joven entendió algo maravilloso sobre sí mismo y el sentido de la vida.

Un silencio profundo como éste genera respuestas para todas las preguntas.  El silencio profundo no es pasivo, es activo.  Este silencio profundo es la fuente de la felicidad, la fuente de la valentía y el contentamiento.

Gurumayi Chidvilsananda

05 febrero 2016

Cuando dejas de intentar salvar a los demás

Me enseñaron a creer que el amor significaba aferrarse a los demás a como diera lugar, o permitir que los demás se aferraran a mí. El amor era un drama. El amor era doloroso. El amor tenía una cualidad adictiva.

Creí que el amor significaba anular tus propios sentimientos y necesidades, silenciar tu preciosa y única voz, e intentar desesperadamente liberar a todos del dolor, despojarlos de su soledad, metabolizar los sentimientos que ellos mismos no habían metabolizado.

Un trabajo de tiempo completo. Agotador. E imposible.

Yo no podía sanarlos. Simplemente no podía. Y yo creía que había algo terriblemente mal en mí por no ser capaz de sanarlos. Quizás tenía que esforzarme más, dar más de mí mismo, agotarme aún más. Yo era malo. Inadecuado. Poco amable. Egoísta.

No tenía idea de quién era yo. Daba tumbos en la oscuridad. Lo único que creía era que no estaba bien hacer un alto, descansar. No encontraba ningún refugio; me sentía responsable por los sentimientos de los demás, día a día. Yo quería ser el 'chico bueno, el chico protector, el chico sensible, el chico dulce, el chico amable, el chico encantador'. Descansar sería algo egoísta. Si me iba, me sentía plagado de sentimientos de culpa. Me sentía controlado por la culpa, era un esclavo de la culpa. Y todo el mundo a mi alrededor se sentía feliz de seguir nutriendo esa culpa.

Ellos me necesitaban tanto como yo a ellos; una prisión de infelicidad y de necesidades no satisfechas.

Pero al menos me sentía necesitado. Y el amor era 'necesidad', ¿cierto?

Yo estaba desconectado de mi cuerpo, de mi aliento, de mis sentimientos, de mi verdad. Una furia volcánica, y un dolor terrible e indecible burbujeaba y hervía en mis entrañas. A veces me sentía morir. A veces quería matar a alguien. Cualquier cosa que aliviara esa tensión interna. Cualquier cosa que eliminara ese adormecimiento. Cualquier cosa que se sintiera como VIVA. Mis extraños pensamientos y fantasías sólo alimentaban la historia de que había algo terriblemente malo en mí. Que era inútil, incompleto, que estaba dañado, que no valía la pena, que era un terrible fracaso, que estaba destinado a terminar en un basurero, condenado a estar solo para siempre.

En pocas palabras, me sentía indigno de ser amado, y por eso me convertí en mendigo de una amor que nunca habría de llegar.

Sin embargo, sacaba muy buenas notas en la escuela.

Y luego, en su suprema inteligencia, la vida me obligó a caer de rodillas.

La adicción se desmoronó por su propio peso.

Me parece que hoy estaría muerto de no ser porque me derrumbé.

Desperté del sueño del amor. De repente, una nueva vida amaneció. Una vida en la que mi trabajo no era salvar a los demás, rescatarlos de sí mismos, hacer desaparecer su dolor, su soledad, su decepción, su ira, su miedo, su ansiedad, sus tristezas. Una vida en la que yo ya no era esclavo de mi culpa. En la que mis sentimientos dejaron de ser un error, o signos de mi fracaso, reconociendo que se trataba de energías preciosas que simplemente querían moverse. Una vida en la que ya no tenía que sentirme avergonzado de ser yo mismo, En la que tenía el derecho de decir 'sí' y el derecho de decir 'no', y el derecho de no saber. El derecho de quedarme, y el derecho de retirarme. El derecho de darme un espacio. El derecho de hablar con mi verdad. El derecho de decidir con quién paso mi tiempo. El derecho a mi fe. El derecho a mi propio corazón. En donde la bondad no significa castigarme y agotarme a mí mismo con el fin de salvar o sanar a los demás, sino amarme lo suficiente como para establecerme en mi propio poder y escuchar a los demás sin asumir su dolor como mío. ¡Hay un poder en la Presencia! Y estar dispuesto a sentir culpa, honrar la culpa; no adormecerla o actuar para evitarla. Eso que envuelves (abrazas) tú, no puede envolverte a ti.

A veces, el abandonar el intento de salvar a la gente no es muy bien visto. Te reclaman. Dicen que eres malo, poco amable, un 'abandona-amigos'. En lugar de contactarse con sus propios sentimientos de rechazo, tratan de hacerte sentir culpable. Te culpan de su infelicidad. Quieren de vuelta al 'viejo tú'; quieren su fantasía de ti.

No te quieren a ti; quieren el sueño.

La lección más liberadora que puedas llegar a aprender es esta: Nadie puede hacerte feliz. Y tú no eres responsable de la felicidad de nadie más.

Eres libre. La libertad es tu naturaleza, y siempre lo fue.

Así que, como el Sol, tú brilla. No esperes a que estén los demás para brillar, no necesitas una excusa para brillar, tú simplemente brilla. No te sientas responsable por todos los Soles que aún no descubren su propio resplandor. Tú simplemente brilla. Enseña a través de tu ejemplo. Recorre tu camino con coraje. Y si los demás se incomodan por tu brillo, si te juzgan, si te atacan por no hacerlos el centro de tu universo, está bien. Ese es su trabajo. Ese es su camino. Deséales lo mejor.

Y cuando dejes de intentar salvar a los demás, cuando dejes de intentar ser la madre o el padre que nunca tuvieron, finalmente podrás amarlos. Puedes estar presente, imperturbable.

Los puedes amar lo suficiente como para dejarlos ir. Porque el amor tiene la fragancia de la libertad.

“Sean islas para ustedes mismos, refugios para ustedes mismos, sin buscar ningún refugio externo; con el Dhamma como su isla, el Dhamma como su refugio, sin buscar ningún otro refugio.” – El Buda


Jeff Foster



03 febrero 2016

La cruz adecuada

Es conocida aquella historia en que un hombre se quejaba a Dios de que le había dado una cruz muy pesada en su vida, mientras que a otros les había dado otras cruces más livianas y suaves.

Un día, Dios, compadecido, lo llevó a un gran depósito de cruces para que buscara la que mejor le parecía para poder sobrellevarla fácilmente.  Para ello el hombre dejó su propia cruz a la entrada, junto a otras cruces.

Después de probarse unas y otras para ver cuál le quedaba mejor sobre sus hombros, vio que todas tenían su dificultad.

Ya rendido, estaba deseando marchar, pero tenía que irse con una cruz.  Entonces probó algunas que había a la salida.  Ahí encontró una que le sentaba muy adecuadamente sobre sus hombros y le dijo a Dios: "Ésta, ésta es la mejor, la que más me conviene".

Dice la historia que Dios, sonriente, le dijo: "Sí, esa es la mejor.  Es la que trajiste cuando llegaste aquí.  Ésa es la tuya, la que te di porque es la más apropiada para ti".

Cada uno tiene la cruz que más le conviene, pero son muchos los que se quejan de la cruz que Dios puso sobre sus hombros.