Hay tantas historias de la gente que no le tocó estar ahí, que por un percance menor se les hizo tarde, incluso yo recuerdo que en nuestro plan original de visitar por primera vez esa ciudad estaba septiembre, así que creo que Dios movió nuestros planes también.
Después del 9/11 nada ha sido igual, la crueldad humana reflejada en ataques de terror, nos persigue, y sigue habiendo terrorismo en el mundo, atemorizando a gente que nada tiene que ver los desacuerdos de los de arriba. Dios nos permita ser ciudadanos de paz, que impartan paz.
Recuerdo a 2 personitas en particular con las que estuve platicando esos días del ataque, lloramos y oramos juntas (Rocío y Karen) por todo lo que estaba pasando. Algunos años después (2004) estuve frente al hueco que quedó en ese lugar, y volví a llorar y orar por esta humanidad que necesita la paz de Dios cada día.
He estado muchas veces más en NYC, es una de mis ciudades favoritas, y cada vez invariablemente nos conmueve ese lugar. Hoy hay un nuevo edificio ONE WORLD, que invita a todos a sentirse simplemente como ciudadanos del mundo que queremos paz y seguridad sin importar nacionalidad, raza o religión.
Sigamos orando y pidiendo que cada uno de nosotros seamos mensajeros de compasión y amor, para que pueda haber paz y seguridad en nuestro mundo.
Edith Reyna
No hay comentarios.:
Publicar un comentario