Pero mi voz me dice:
Todo lo que es muy noble y elevado no suele ser muy común. No se encuentran piedras preciosas por cualquier camino, ni valiosas perlas en cualquier ostra.
Muchas relaciones que se suelen llamar amistad no son sino juegos de entretenimiento en que se comparten cosillas, naderías, momentos pasajeros de diversión...
Hay que estar atentos para no engañarse ni confundir lo auténtico con lo espúreo, no confundir el amor sincero y generoso de unidad y compenetración mutua, de servicio desinteresado con el intercambio de pequeñas cosas, la correspondencia de pequeños favores o el deseo de sacar provecho de ciertas personas o situaciones.
Podéis cantar poéticos cantos a la amistad verdadera pero no la confundáis con el soterrado y disimulado ventajismo o el interés egoísta de sacar provecho y ventaja de las personas con el nombre y apariencia de amistad.
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