El cielo dura eternamente, la tierra permanece.
Eternos y permanentes porque no viven para sí mismos.
Por eso son eternos y duraderos.
Es así que el hombre sabio, al ponerse en el último lugar, es el primero.
No pensando en sí mismo, se mantiene.
No buscando su bien, lo realiza.
El sol no tiene conciencia de dar vida a la tierra; pero le da la vida. El "tener conciencia", significa atribuirse a sí mismo algo que destruye su perennidad y su fecundidad puesto que se refiere a “su” ser.
El último planeta (Venus) en desaparecer en la noche es el primero en aparecer en la mañana. Del gusano nace la mariposa
Notar la insistencia en la acción espontánea, desinteresada y desprendida del yo.
El bien que se realiza no buscándolo, es el bien que proviene de la voluntad del cielo y no de las aspiraciones individuales.
Tao
No hay comentarios.:
Publicar un comentario