Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

03 marzo 2012

Perseverante pasión

Mientras leía una revista en la oficina de un dentista en Paris, Philippe Petit quedó absorto por un artículo sobre las Torres Gemelas en Nueva York.  Como artista callejero Petit de 18 años estaba buscando constantemente nuevos lugares para sus actos de equilibrismo sobre cables a gran altura. Estudiando la interpretación artística del Centro Mundial de Comercio, Petit tuvo la visión de caminar sobre la cuerda floja entre las dos torres.

En los siguientes seis años, Petit se enfocó exclusivamente en lo que parecía un sueño absurdo. Acopió toda la información que pudo encontrar sobre la arquitectura de las Torres Gemelas, practicando su acto de equilibrismo sobre un cable sin cesar y ahorrando dinero para volar a los Estados Unidos.  Tan pronto arribó a Nueva York en 1974, sin pérdida de tiempo se dirigió al Centro Mundial de Comercio. Usando varios disfraces, Petit y sus amigos inspeccionaron las torres.

Una noche de martes, Petit y sus acompañantes ascendieron a las torres con el equipo asido a una cuerda. Usando una flecha y un arco, dispararon una línea de la torre norte a la sur, y pasaron el resto de la noche febrilmente tendiendo un cable de una pulgada de grosor entre las dos torres. El miércoles temprano por la mañana con el inicio del bullicio de Wall Street, Petit se subió al cable para hacer su acto.

Conforme los asombrados espectadores observaban el espectáculo, las autoridades locales se reunieron para detener al ilegal equilibrista de la cuerda floja.  Como un consumado artista del espectáculo, Petit se concentro en su acto, rehusando escuchar las peticiones que a gritos le hacían los policías para que se detuviera. Tras ocho rutinas de ida y vuelta entre las torres, Petit se entregó finalmente a la policía.


Petit pudo haber permitido que las distracciones lo disuadieran de su sueño. Recaudar dinero para el plan, eludir la seguridad para inspeccionar las torres, y estirar un cable entre las dos torres parecían tareas imposibles de lograr.  Sin embargo, la magnitud de la pasión de Petit para alcanzar su visión minimizó los obstáculos a su plan.

Hay tres lecciones importantes en la proeza de Petit. En primer lugar, el fuego interno de cada persona es lo que lo o la impulsa a sobresalir. Dicho de una manera sencilla determinar su destino. Como regla general, los líderes lograr influencia proporcional al tamaño del fuego que arde en su interior.

En segundo lugar, la pasión provee a los líderes con una ventaja extra sobre la competencia.  Tras una competencia deportiva los comentaristas de los medios ocasionalmente observan como el lado ganador “quería mucho más” ganar. Cuando todos tienden a ser iguales en sus capacidades, el equipo más apasionado típicamente prevalece sobre los demás.

En tercer lugar, la pasión hace lo imposible posible. La gente está diseñada para que cuando se encienda su alma no se dejen achicar por las barreras en frente de ellos. Esa es la razón por la que un líder apasionado es particularmente efectivo.  Él o ella vislumbran posibilidades y oportunidades para progresar donde personas sin pasión solo ven obstáculos en el camino y razones para que la visión no sea alcanzada.  

La pasión es un fuego en nuestro interior que no podemos contener. Trasciende nuestro intento vano de controlarla. Se nota y contagia a quienes nos rodean. Dios nos dio pasión para cumplir los sueños que parecen imposibles. Sin pasión por lo que Dios ama, dedicaremos nuestra pasión a lo que nos destruye. Por eso cada uno es responsable por encontrar aquello que lo apasionada y dejarse usar por Dios en ello aunque parezca absurdo o imposible para los demás.



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