Me parecía obvio, claro, no lo había ni pensado, pero después resultó de una total y brillante importancia.
Nuestro cuerpo, en su totalidad, dice la verdad de quiénes somos, lo que sentimos, lo que pensamos y a través de su cualidad de ser siempre recto en la verdad puedes descubrir aquello de lo que te escondes pero que se te está revelando como prioritario en tu avanzar en la vida.
Algunas veces tenemos síntomas, enfermedades o variaciones de carácter, entre otras cosas y en lugar de activar nuestra escucha, intentamos sencillamente acallarlos o buscar una solución momentánea sin cualidad de enseñarnos nada. Esto supone no hacer caso al cuerpo cuando te pide ayuda y te pide un cambio, hacerte sordo a su pequeña llamada significa que cada vez va a utilizar “medios de comunicación” más alarmantes para que escuches esa Verdad que te quiere contar. Lo que él busca es, al mismo tiempo, que prestes atención.
En resumen: entendamos el cuerpo como vehículo de nosotros mismos, de todo lo que somos, como comunicador de quiénes somos y como algo que
siempre se afecta por todo lo que somos, por cada parte en la cual puedes dividirte en cualquiera de tus parámetros de estudio.
Es fantástico lo que supone empezar esta relación nueva a partir de este entendimiento. Todos tenemos un cuerpo que nos sirve para decirnos si en “lo total” hay armonía o si hay algo que revisar y reequilibrar.
Te invito a que aceptes esta tierra mágica de tu cuerpo como templo de verdades profundas a las que puedes asomarte.
La Paz puede llegar a todas nuestras relaciones.
Siri Tapa
Profesora de Hatha yoga
No hay comentarios.:
Publicar un comentario