Fue entonces que la primera acudió a su amigo el cazador con una inusual petición: "Quiero que cuando mi contrincante inicie el vuelo, le lances una flecha para rozarle un ala, de manera que no pueda volar bien.
¡Entonces yo me luciré volando más alto que ella!"
El cazador, que le debía algunos favores decidió ayudarle. Sin embargo le explicó que no tenía flechas "por falta de plumas". Entonces el animal le pidió que arrancara una de su ala derecha y armara con ella la flecha. En el horizonte se dibujó la figura de Águila "B" que iniciaba el vuelo. "¡Rápido, lánzale la flecha!". El hombre apuntó cuidadosamente el arco, y disparó. Pero una ráfaga de viento desvió su flecha.
"¡Rápido, toma otra pluma de mi ala izquierda!". El cazador armó con rapidez la siguiente, apuntó y disparó. Mas la prisa hizo que fallara nuevamente. Águila "A" entró en desesperación y en su afán de perjudicar a su contrincante, urgió a su amigo a tomar una pluma tras otra de sus alas. La operación se repitió por seis veces, con el mismo fallido resultado. El tiempo se venía encima, el animal recriminó a su amigo por no haberle podido ayudar, y partió a competir.
Cuenta la fábula que Águila "A" a medida que aleteaba para elevarse, sentía que le faltaban las plumas que había utilizado, ¡no en volar ella, sino en tratar que la otra no volara!
¿Te suena un tanto conocido todo esto? ¿Conoces gente que utiliza sus pensamientos no para triunfar, sino para tratar que otro fracase? ¡Qué tristeza!
Hay que reconocer que por alguna razón, Dios no repartió los dones a las personas en forma uniforme. Por lo tanto, si tratamos de competir siempre con los demás, puede suceder que si están mejor dotados en algunas áreas que nosotros, nos frustremos. Y si están menos dotados, nos envanezcamos innecesariamente. El objetivo es promover la cooperación, no la competencia.
Debemos reconocer que al tratar de perjudicar a los demás, a quien perjudicamos realmente es a nosotros mismos, eso nos impedirá volar alto.
En todo caso debemos tratar de concentrar esos esfuerzos en desarrollar cualidades que nos beneficien, y por ende también a los demás.
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