Muchos tenemos una regla preconcebida acerca de cuándo seremos felices, tú también debes tener tus propias ideas al respecto. Como cuando termines el curso que quieres tomar, o cuando ganes cierta cantidad de dinero; sólo entonces te permitirás ser feliz. Hasta que lo consigas estarás haciendo algo como gratificación retrasada -estarás posponiendo tu felicidad.
Eso me recuerda una historia del legendario Mulla Nasruddin, cuyo amigo regresaba del mercado.. Había comprado una gallina que iban a cocinar para la cena. El amigo se veía muy triste y cansado de la vida. -¿Qué pasa? - le preguntó Mulla.
- Pues que todo está mal. Estoy buscando la felicidad pero sigo sin encontrarla...
- Ah, entonces ¿no has encontrado la felicidad todavía?
Mientras el amigo negaba con la cabeza, Mulla Nasruddin le arrebató la gallina y salió corriendo. Preocupado, el amigo corrió desesperadamente detrás de él para recuperar la gallina. Después de una larga carrera, el amigo por fin alcanzó a Mulla y de inmediato se la arrebató. Se sentía aliviado y contento por haber recuperado la gallina.
- ¿La encontraste? - preguntó Mulla sonriendo.
- ¿Qué cosa?
- ¡La felicidad!
En cuanto empieces a entender esta bella historia lo comprenderás de repente. Comprenderás que no necesitas esperar a ser feliz o a disfrutar de las cosas. La vida está repleta de cosas insignificantes que pueden hacerte muy feliz. Al igual que el éxito, la felicidad tampoco puede ser un destino; es un viaje que emprendes. Y todo el viaje está lleno de bellos momentos que te provocan gozo.
Mucha gente quiere que pase algo grande y pierde de vista los pequeños placeres de la vida. Y si tienes la capacidad de verlo, la vida está llena de pequeños bocados de felicidad, y todos son hermosos, si decides disfrutarlos. Estamos en la búsqueda de ese gran cambio escurridizo antes de permitirnos ser felices. Y mi pregunta es ¿por qué esperar?
A fin de cuentas, ¿qué pasa cuando alcanzas el punto que has estado esperando? Sientes un momento de verdadero gozo, pues por un momento tu mente está tranquila. Tienes una breve visión de tu ser interior. Pero en el momento en que lo sientes, de inmediato te golpea una sensación de carencia. Comienzas a sentir un vacío porque ya sucedió algo sobre lo que habías basado tu vida. ¿Y qué sigue después?
Por el contrario, una vida que se ha vivido sólo por el gozo de vivirla es un arte. A cada momento cerca de ti hay señales y eventos que pueden darte un gozo indescriptible - placeres que nunca soñaste. Sólo necesitas descurir ese gozo, que ya mora en tu interior.
¿En dónde se buscan las cosas triviales? ¡En todos lados! La sonrisa de un niño tiene el poder de hacer que un mal día se convierta en uno maravilloso. Puede ser una flor hermosa o un atardecer o una mariposa. ¡Puedes sentir gozo mirando algo tan natural y tan perfecto! Puede ser una plática con un amigo o un chiste que te cuenten, o el canto de un pájaro exótico.
Ese tipo de cosas siempre ha estado a tu alrededor, lo único que tienes que hacer es fijarte. Tienes que darte cuenta y verás la grandeza, verás la belleza y el gozo que habías estado perdiéndote. Toma esta tarea como un manjar -bocado a bocado. Y no se te olvide disfrutar cada bocado, al final será más de lo que hubieras logrado si te comieras todo de una sola vez. Recuerda, las cosas triviales forman la felicidad verdadera.
Abhishek Thakore
No hay comentarios.:
Publicar un comentario