Nasruddín sabía que la valentía y la intrepidez son muy importantes, y por eso asistía fielmente a la conferencia anual de los cazadores intrépidos. Le encantaba ir allí a escucharlos contar sus valerosas hazañas.
Cierto año, un cazador se puso de pie y dijo: "¡Yo agarré un elefante por la cola y le di vueltas en el aire!"
Otro aseguró: "¡Yo maté a un tigre salvaje con mis propias manos!"
Un tercero le contó al grupo: "¡Sólo con el poder de mi mirada, mantuve a raya a una manada entera de hienas rabiosas!"
Finalmente le tocó a Nasruddín relatar sus hazañas más gloriosas y heroicas: "Una vez le arranqué un cuerno a un toro salvaje, en un santiamen. En otra ocasión, atrapé una inmensa serpiente y la partí en dos pedazos, en un tris. Y en otra ocasión, de un golpe puse a dormir a un cocodrilo".
"¡Qué proezas!" - exclamaron todos. "¿Y qué más, Nasruddin?"
"¿Qué más? ¡Tuve que salir corriendo!"
"¿En serio? ¿Qué sucedió?"
"¡El dueño de la tienda de juguetes se me abalanzó con un palo!"
La valentía con que se nos ha facultado, la que queremos descubrir, no es como la jactancia vacía de Nasruddín. Ese es el tipo de valentía que algunas personas exhiben cuando quieren presumir. Quieren que pienses que son valientes. Sin embargo, la verdadera valentía existe dentro de ti y debes despertar a ella.
Valentía es una palabra tan sencilla y a la vez tan multifacetica. Contiene muchas grandes cualidades en sí misma. Fuerza, generosidad, bondad, esperanza, amor, aprendizaje, aceptación de la vida y gratitud: todas ellas son parte de la valentía.
La verdadera valentía debe brotar de la profundidad de tu ser. Es tuya. La valentía es la membrana misma que protege tu corazón. La valentía es lo que te resguarda de la negatividad y transforma la adeversidad en crecimiento. Su intrépido poder puede atravesar el perturbador influjo de los sentidos y hacer que suceda un milagro. De hecho, la valentía atrae milagros. En verdad, una vida de valentía está llena de milagros.
A veces la valentía es invisible. Aún así, es una parte inherente de ti, es natural en ti. La valentía eres tú. El solo despertar a la presencia de la valentía interior requiere de un formidable valor.
Swami Chidvilasananda
(Valentía y Contentamiento)
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