Un caluroso día de verano, estaba Nasrudin sentado a la sombra de una morera, al mismo tiempo que veía frente a sí una débil mata llena de grandes melones.
Perplejo pensaba: ¿Cómo es posible que un árbol tan grande y fuerte como este tenga unos frutos tan pequeños y una planta tan débil, unos tan enormes?
Mientras él pensaba estas cosas, una mora le cayó en la cabeza.
Nasrudin, mirando al árbol, dijo:
"ahora entiendo que todo es como debe ser y ha sido mejor que haya sido así".
Nos quejamos y no entendemos por qué ciertas cosas son como son.
Siempre miramos y juzgamos con nuestra mente racional muy limitada a lo más inmediato y superficial.
El tiempo y los hechos nos descubren que todo está bien tal como está, aunque algunas cosas sobrepasen las razones aparentes de nuestra mente que tan sólo ve lo inmediato.
Darío Lostado
(Atrévete A Ser Libre)
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