Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

16 enero 2012

La cuerda floja

El 14 de Agosto de 1859, el caminante sobre cuerda floja Jean Francois Gravelot conocido como "Blondin El Grande", se preparaba para intentar su mayor hazaña. Extendió un cable de acero de dos pulgadas a lo largo de las Cataratas del Niágara. Una gran muchedumbre se congregó para observar.

Entonces Blondin dijo al público presente: "¿Cuántos de ustedes creen que puedo cargar sobre mis hombros el peso de un hombre al cruzar este desfiladero?" La muchedumbre incrementaba y lo aclamaban, creyendo que él sí podía llevar a cabo una proeza tan difícil. Blondin levantó sobre sus hombros un saco de arena que pesaba unas 180 libras y lo llevó cargado a través de las cataratas. Ambos llegaron ilesos al otro lado.

Entonces Blondin preguntó: "¿Cuántos de ustedes creen en efecto que puedo llevar una persona cargada a través del barranco?" Otra vez la muchedumbre elevó gritos y aplausos de aclamación. "¿Cuál de ustedes es el que subirá sobre mis hombros y me va a permitir que lo lleve al otro lado de las Cataratas?"

Se hizo un gran silencio entre el público. Todos deseaban ver a Blondin llevar una persona cargada a través del desfiladero, pero nadie deseaba colocar su vida en las manos de Blondin.

Por fin, un voluntario dio el paso, dispuesto a participar en esta mortal hazaña. ¿Quién fue este individuo? Era el Gerente y administrador de Blondin, Harry Colcord, quien conocía personalmente por ya varios años, al caminante sobre la cuerda floja.

Al hacer los preparativos para cruzar las Cataratas, Blondin le dijo a su administrador: "No debes confiar en tus propios sentimientos, sino en los míos. Sentirás que tenemos que virar cuando no hay que hacerlo y si confías en tus sentimientos, ambos caeremos. Debes hacerte parte de mi persona ". Ambos llegaron ilesos al otro lado.

Las proezas de Blondin nunca fueron imitadas con igual excelencia. De hecho otros temerarios murieron intentándolo sobre las cataratas del Niagara. Ignoramos si alguna vez hubo temor en su corazón al realizar tales proezas en la segunda mitad del siglo XIX, pero sí estamos seguros de que no dio espacio a sus temores al ponerlos bajo la fe y disciplina de su oficio como acróbata.

Es igual en la guerra, mucha gente que llamamos postumamente héroes por haber dado su vida por salvar a otros, eran personas como usted o como yo con complejos, temores y malas experiencias, pero en el momento decisivo de sus vidas hicieron lo imposible, corrieron la milla extra, lograron lo extraordinario.

La clave para hacer lo extraordinario siendo seres ordinarios, se encuentra en tres conceptos: fe, disciplina y amor. Blondin y su amigo administrador tenían en común esas tres cualidades.

Mucha gente busca cruzar ese cable de acero como Blondin con su amigo a cuestas - llámese historia personal, carácter, alma - pero continuamente temiendo caer o inevitablemente esperando caer. Hoy es un día nuevo, Dios no quiere ni cree que seamos perfectos, pero espera que nuestra humildad y anhelo de ser uno con El nos permitan llegar al otro lado de esta vida haciendo lo extraordinario por medio de Él.


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