Cuando eres ignorante de ti, ignoras también que los acontecimientos y los hechos de tu existencia no son obra tuya.
Si te das cuenta de que nada hay en la existencia que ocurra al azar ni producido por una sola causa, verás claro que lo que piensas que es fruto de tu acción personal, está producido por innumerables causas e hilos que se entrecruzan en la vida sin apenas percibirse.
No estamos solos. La vida es una constante relación de cosas y personas. El verdadero conocedor, el sabio, sabe que él es únicamente los brazos y las manos de la vida, de Dios, que es en definitiva el Único que conoce y maneja los hilos infinitos de toda existencia humana y no humana.
Es un triste espectáculo, y a la vez grotesco, el de esas personas que se pavonean de sus logros y conquistas y se las atribuyen exclusivamente a sí mismos, cuando en realidad, a lo sumo, han sido unos circunstanciales instrumentos de la vida, de Dios.
Y aún es todavía más absurdo e injusto adjudicarse algo que otros han hecho y tú ni siquiera lo has tocado con tus dedos, como si ello fuera obra exclusivamente tuya.
¿Por qué se dan estas absurdas y vanidosas actitudes? Porque se vive desde el ego individual, raquítico, vanidoso y miope.
Dario Lostado
(Despertar a la conciencia día a día)
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