Una vez un hombre salvó la vida a un oso, que le cobró apego y agradecimiento por lo que había hecho.
El hombre, cansado, se acostó a dormir, con el oso a su lado.
Pasó por allí otro hombre que le advirtió que tuviera cuidado, pues, según le dijo, tener a un necio por amigo era peor que tenerlo por enemigo.
Pero el primer hombre pensó que el segundo decía aquello por pura envidia y no tuvo en cuenta sus palabras. Llegó a pensar que el otro hombre quería despojarlo de la seguridad que le aportaba aquel compañero fiel.
Pero cuando se acostó y se quedó dormido, el oso vio que se acercaban moscas e intentó matarlas con una piedra; y, al hacerlo, mató al hombre que lo había salvado.
Idries Shah
(Los cien cuentos de la sabiduría sufí)
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