Recientemente visité a un amigo que vive en el Franco Condado, Borgoña y quien sus padres, ya jubilados, fueron los últimos agricultores de la región. Mientras recorríamos la campiña mi amigo me comentó, “en el pasado, durante la temporada de pizca de cerezas, todos vivíamos empachándonos trepados en los árboles. Hoy en día, las cerezas se quedan en los árboles. Los niños de hoy en día no se trepan más a los árboles.” Pasan todo su tiempo frente a su computadora.
Un estudio demostró que los niños juegan en grupo, en lugares públicos, diez veces menos que hace treinta años. Su contacto con la naturaleza se ha reducido a una foto en su pantalla y los juegos son cada vez más solitarios, acompañados de violencia virtual, desprovistos de belleza, asombro, la camaradería y una apreciación de placeres sencillos.
Así que, a lo mejor es tiempo de treparnos en los árboles otra vez …
Matthieu Ricard
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Photo by Edith |
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